Pasamos mucho tiempo de nuestra vida en casa. Sin embargo, la propia casa conlleva una serie de obligaciones que muchas veces nos impiden disfrutar de ella.
¿Te acuerdas cuando te independizaste y disfrutabas tanto de tu casa? Aunque tuvieras tareas domésticas que cumplir, el hecho de poder marcarte tus propias reglas, te hacía sentir una libertad que antes no habías tenido viviendo con tu familia.
El problema cuando pasa el tiempo, es que perdemos la capacidad de disfrutar de lo cotidiano. La casa es un rincón donde nos sentimos a gusto, pero ¿hace cuanto que no te quedas en casa y eres tú quien decide qué hacer o qué no hacer? Si hace tiempo que no disfrutas de la soledad de tu casa, ya va siendo hora de que empieces. Este mismo fin de semana.
La idea es no hacer nada de lo que habitualmente hacemos los fines de semana. Ni familia, ni amigos, ni nada que nos impida disfrutar de la casa, salvo claro está, lo esencial. Olvídate de preparar la comida si no te apetece, de recoger nada más que lo imprescindible, de hacer la cama, de cualquier cosa que no te apetezca hacer. Piensa únicamente en cosas que antes hacías estando en casa y que hace tiempo que ya no haces.
Yo tengo una lista para compartir, pero por supuesto, las ideas pueden ser muchas otras y las podéis dejar en los comentarios. Aquí van las mías:
Jugar a un juego de mesa. Cartas, dominó, parchís, pictionary. ¿Hace cuanto que no juegas un parchís? Es uno de los juegos de mesa más simples que conozco, pero de los más entretenidos. Por supuesto, cualquier otro vale. La idea es sentarse alrededor de una mesa y desengancharte de la tecnología en un día analógico. Es más, ¿serías capaz de pasar un día entero sin mirar una pantalla, de vivir sin ocio electrónico?
Cocinar. Puede que nunca hayas cocinado antes. Da igual, coge una receta (un bollo por ejemplo) y trata de hacerlo. Si ya eres un cocinillas trata de hacer algo distinto que no hayas hecho nunca antes. Por ejemplo, puedes pensar en hacerte un super desayuno anti-inflamatorio, de esos que hay en los hoteles. Fruta, jamón, huevos revueltos, salmón, frutos secos, café, zumo. Tardarás mucho menos de lo que imaginas en prepararlo. Luego pon una mesa como si fueras a comer, y desayuna como un auténtico rey. ¿Qué mejor hotel que tu propia casa? Disfruta de un super desayuno de fin de semana.
Ver peliculas. Date un maratón de cine y busca aquellos clásicos del cine que aún no hayas visto. Elige 3 o 4 y dedícate todo el día a ver pelis. Una tras otra.
Ordenar un rincón de tu casa. Aunque pueda parecer contradictorio con pasar un fin de semana relajado en casa, no lo es. Seguro que hay algún rincón de tu casa que necesita un repaso. Seguro que tienes un sitio en el que hay algo que te molesta. Piensa cómo te gustaría que quedara ese sitio. Luego, ponte a sacar todas las cosas que no te gusten. Libros, cds, papeles, vídeos, dvds, ropa. Lo que sea, haz montones y clasifica las cosas. Para tirar/regalar/donar, para revisar, para recolocar. Hasta puedes ganar algo de dinero con para tus próximas vacaciones. Seguro que te sorprende la cantidad de cosas prescindibles que vas a encontrar. Sé sincero contigo mismo, ¿hace cuanto que no uso esto? ¿qué probabilidad tengo de que lo vaya a necesitar de nuevo?
Holgazanear. No hagas nada ni pienses en hacer nada. Deja que el finde pase sobre ti. No vas a perder el tiempo, no va a pasar nada. Descansa al 100%. Ni familia, ni amigos, solo tu y los que tu quieras tener a tu lado. Luego deja que el día te vaya marcando las necesidades, comer, dormir, hacer el amor. Lo que sea.
Leer un libro. ¿Hace cuanto que no lees tranquilamente sentado en un sillón de tu casa? En mi caso, puede que semanas. Siempre leo por la noche o en el transporte público. El problema de leer al acostarse es que es el mejor somnífero que conozco. Sobre todo si es una novela. A veces, por muy interesante que sea, me tiro con la misma página 2 o 3 minutos, mezclando ficción del libro, con la ficción de mi cabeza en forma de sueños. Si fuera capaz de recordar esos momentos, seguro que alguna historia buena saldría. Lee y disfruta leyendo en tu casa. Si quieres alguna recomendación, aquí tienes 3 libros para tus vacaciones.
Hacer algo creativo. Hace cuanto que no haces algo creativo con tus manos. El photoshop u ordenador no vale. Digo algo tangible, analógico si se puede llamar asi. Por ejemplo, aviones de papel. Puedes tratar de hacer figuras de papel. También puedes comprar arcilla o pasta de papel y hacer otras cosas. Para una persona como yo, al que le gusta la tecnología, no es fácil romper con ella. Sin embargo, las veces que lo he hecho siempre me he sentido muy bien. Supongo que será la sensación, difícilmente alcanzable en el mundo digital, de sentir que has acabado algo. Cuando estás por internet simpre parace que te queda algo por ver…
De nuevo, la lista puede ser interminable. Símplemente hace falta pararse a pensar un momento en cosas que no hagas hace tiempo y de las que disfrutabas. En muchas ocasiones puede ser complicado encontrar estos momentos, pero buscar el aislamiento con los que tu quieres, de vez en cuando es más que saludable, y nos permite disfrutar del momento presente. Bastantes tareas tenemos en la cabeza durante la semana, como para que tengamos que pensar todos los fines de semana en más tareas. Date un respiro un fin de semana y disfruta de tu casa.